miércoles, 11 de abril de 2007

LA CAJA DEL DIABLO







Siempre pienso que me han engañado,
que algo tan pequeño no puede afectar así al cerebro.

Pero ahora siento
una sensación intensa entre los oídos.
Y a partir de ahora todo es distinto.
Encerré al diablo en esta caja
y me he dormido.
Cuando me despierto,
la veo sentada sonriendo sobre mi cama.

Mira dulcemente, y me besa y me abraza.
Pronto siento que algo me está robando el alma.
Con esfuerzo consigo separar sus labios de los míos.


Logro separarme escupiendo sangre.
El roce de su piel quema mi carne.
Mira desde la cama inocente y asustada.


La piel brillando casi con escamas
y descubro un brillo endemoniado en su mirada,
veo claramente en ella el rostro de mi hermana.

Vuelvo hacia la caja y siento
un escalofrío al verla destapada.


Cuando vuelvo la mirada
no está ella ya no hay nada,
sólo hay una risa que me hiela el alma.
Algo muy difícil de explicar con palabras.